Las enfermedades asociadas con el envejecimiento están aumentando de manera exponencial y representan una carga social y económica cada vez mayor en todo el mundo. El envejecimiento es uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de enfermedades crónicas que afectan a la población humana y las enfermedades relacionadas con la edad como el cáncer, la diabetes, la artrosis y la degeneración neuronal, se asocian con la pérdida de función de los procesos homeostáticos que protegen la salud.
Durante las últimas décadas, los estudios biomédicos han ayudado a entender algunos de los mecanismos que regulan el envejecimiento y han ofrecido nuevas perspectivas sobre el tratamiento de estas enfermedades. Uno de los mayores retos de los organismos biológicos es coordinar la función y el mantenimiento de los procesos homeostáticos para controlar estas funciones en todas las células y tejidos.
Sin embargo, la complejidad de estos mecanismos homeostáticos hace que este sistema de control sea vulnerable durante el envejecimiento, lo que a menudo provoca una pérdida de función y salud celular. Además, la exposición a factores ambientales poco saludables como la dieta rica en grasa o el estilo de vida sedentario provocan respuestas genómicas y funcionales, que a la larga pueden dar lugar a enfermedades relacionadas con la edad.
Las alteraciones moleculares en los procesos de envejecimiento incluyen las vías de señalización celular, la estabilidad del ADN y epigenética, la homeostasis de las proteínas, células y la senescencia celular. Estos puntos de control se han propuesto como biomarcadores que acompañan modelos de investigación básica y clínica, proporcionando herramientas útiles para el estudio de las enfermedades relacionadas con la edad.
La investigación de las causas moleculares del envejecimiento se centra en los diferentes aspectos del control de calidad y la homeostasis celular, por lo que, entender los mecanismos de control homeostático y la comunicación celular puede conducir a una comprensión más detallada del proceso de envejecimiento - su inicio, la secuencia de eventos y los puntos de control críticos. En este sentido, estudios epidemiológicos y en modelos animales de longevidad y esperanza de vida sugieren que el proceso de envejecimiento se puede retrasar si se invierte en cierta medida.
Uno de los grandes retos para los próximos años es la identificación de dianas terapéuticas para mejorar la salud humana durante el envejecimiento, con unos efectos secundarios mínimos. Se ha observado un efecto protector frente al envejecimiento con algunos medicamentos existentes, como el antidiabético metformina. Además, existen fármacos en desarrollo que imitan los mecanismos que causan las dietas de restricción calórica y que tienen ciertos efectos anti-edad.
Otros, como el immunosupresor rapamicina, y que normalmente se emplea en los trasplantes de órganos y en algunos tipos de cáncer, ha demostrado que alarga la vida de los ratones en un 25%, y que los protege contra algunas de las enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como el cáncer y la neurodegeneración.
En este sentido, las nuevas estrategias terapéuticas tienen como objetivo que las personas mayores sean más activas e independientes durante más tiempo y apoyan el desarrollo de nuevas intervenciones, más seguras y eficaces. Así, también se contribuye a la sostenibilidad de los sistemas de salud y de atención sanitaria.
SOBRE LA AUTORA:
Beatriz Caramés es la investigadora principal del grupo de Biología del Cartílago en el INIBIC. Su investigación se centra en el estudio y la caracterización funcional de los mecanismos moleculares relacionados con el envejecimiento y la degradación del cartílago articular de la artrosis.