Ministerio de Ciencia e Innovación

Crean unos sensores de grafeno que permiten detectar la actividad eléctrica del cerebro

El proyecto Neurographene en el Mobile World Congress 16
El Economista | martes, 23 de febrero de 2016

Rosa Villa, investigadora CIBER-BBN en el Centro Nacional de Microelectrónica del CSIC, ha participado junto a otros investigadores liderados por José Antonio Garrido, profesor ICREA del ICN2 y María Victoria Sánchez Vives, profesora ICREA del IDIBAPS, en la creación de unos sensores de grafeno que permiten detectar la actividad eléctrica del cerebro. Estos avances están relacionados con el proyecto neurographene en el que participa el CIBER-BBN junto al IDIBAPS y la empresa g.tec.

Esta herramienta, que se está probando en animales, va a ser presentada en el 'Mobile World Congress', que estos días se celebra en Barcelona, y, concretamente, en el pabellón coordinado por el Institut de Ciències Fotòniques (ICFO), en colaboración con el Graphene Flagship.

Basados en las tecnologías de microfabricación "más novedosas", los dispositivos, según recoge la plataforma Sinc, consisten en matrices de microsensores de grafeno (de aproximadamente 10 micras por 10 micras) montadas en sustratos de polímeros flexibles que se adaptan a la morfología de la superficie cerebral.

Cada sensor, en una configuración denominada de transistor, detecta pequeñísimos cambios de la actividad eléctrica a su alrededor. Así, la actividad eléctrica generada por las neuronas es detectada como un pequeño cambio en la conductividad del sensor de grafeno.

DETECTA LA ACTIVIDAD DE DIFERENTES REGIONES DEL CÓRTEX

Estos dispositivos ya están siendo utilizados en el estudio del sueño y la epilepsia en modelos animales. El sensor de grafeno implantado en la superficie cerebral permite el registro simultáneo de la actividad eléctrica en diferentes regiones del córtex.

En este sentido, los expertos señalan que la detección precoz de una crisis epiléptica sería posible en pacientes epilépticos que llevaran estos sensores. De hecho, el dispositivo implantado en el córtex alertaría al paciente, por ejemplo, enviando una señal de alarma a un dispositivo móvil externo y, además, también podría alertar a un centro médico o ambulancia y reducir los efectos de la crisis iniciando una respuesta terapéutica.

Asimismo, la tecnología de los sensores flexibles de grafeno se puede usar en otras aplicaciones biomédicas en las cuales sea necesario obtener información relevante del córtex cerebral, como neuroprótesis para comunicación verbal o para controlar extremidades artificiales.

También dará paso a futuras interfaces cerebro-máquina, un objetivo que posibilitará una comunicación más eficiente entre las personas y los sistemas electrónicos artificiales.